1. BREVE RESUMEN DE
John y Johanna se conocen en las playas de Hawai, en una convención de medicina. Allí se enamoran y deciden casarse. Pero la hora de comunicar a sus familiares las buenas nuevas, caen en la cuenta de que lo mismo les afecta que él sea negro y ella blanca, y se opongan al matrimonio.
Johanna no cree que sus padres pongan ningún tipo de inconveniente, ya que siempre han sido muy abiertos y le han dado una educación liberal, en contra de las clases sociales y el racismo, valorando la igualdad. Es por esto que deciden ir a su casa primero, y así su madre es la primera en enterarse de la noticia, y se queda anonadada. La nana, indignada por ver a Jhon en su casa, tira de estereotipos y le advierte que no se le ocurra robar a Johanna o hacerla daño.
El padre, que llega más tarde, se ve tan sorprendido como su mujer de la noticia, pero la pareja pide la aprobación familiar antes de esa misma noche, ya que les den su bendición o no se van a casar igualmente. Así, y en el tiempo transcurrido hasta la hora de la cena (a la cual se ha invitado obviamente a Jhon, y también un sacerdote muy amigo de la familia, a pesar de que esta no sea cristiana) bien se encarga de asegurarse el padre del impecable curriculum de Jhon, famoso médico de alto reconocimiento, que posee una larga lista de títulos académicos que demuestran su competividad profesional.
La tensión no llega a su plenitud hasta que Johanna invita a cenar a su casa a los padres de Jhon, los cuales se muestran entusiasmados por conocerla. Pero, una vez en el aeropuerto, recién bajados del avión, contemplan con perplejidad el rostro blanco de la prometida de su hijo.
Al llegar a casa de Johanna, los padres respectivos padres se conocen y comienzan a hablar sobre temas triviales, mientas se van escapando por parejas del escenario principal para charlar sobre la situación: por un lado los dos padres, por otro las dos madres, también conversan las madres con sus respectivos hijos y demás combinaciones de este cuarteto familiar.
Es entonces cuando el padre de Jhoanna toma una determinación y decide reunir a todo el mundo en el salón (incluidos el cura y la nana), para expresarles su reflexión; esta defiende que los sentimientos humanos deben ser, por encima de todo, libres, y que ellos no son quienes para juzgar el amor que sus hijos se tienen porque ellos mismos se habían enamorado, no hacía tanto tiempo, de la persona con la que compartían su vida.
2. VALORACIÓN CRÍTICA
Hacemos juicios de valor demasiado rápidos. Nos paramos antes a pensar en quién es el otro que en lo que hace, dotándole de unas características “propias de su cultura”, atribuyéndole un lugar del que le es muy difícil escapar. Y es precisamente eso lo que ocurre en esta película: hasta los mismos precursores del liberalismo dudan de la fiabilidad de Jhon, por el hecho de ser negro. Juzgan a la persona, antes que a sus acciones. Lo mismo les pasa a los padres de éste, quienes se muestran aturdidos porque su hijo se vaya a casar con una mujer blanca, especialmente en el caso del padre. Los componentes de las dos familias califican el matrimonio de los hijos como una auténtica locura, sólo por el hecho de que les las gamas marrones de la pigmentación de sus respectivas pieles les hace diferentes. Pero el caso es que ellos se quieren.
La mayoría de nosotros, y la mayoría de las veces, caemos en los estereotipos: o bien reducimos al otro a la celebración folklórica y a los tópicos simpáticos, o lo demonizamos y lo condenamos como un eterno extraño. Pero la diversidad no habla de “buenos y malos”, sino de diferencias; es asignando este tipo de roles como llegamos a la discriminación social, por eso no debemos juzgar a las personas, sino a sus acciones.
Debemos propiciar una educación intercultural para todos, e introducir esta perspectiva en cualquier ámbito (a menudo se confunde con la educación para inmigrantes o minorías, pero debemos dejar claro que esa no es su función). Está basada en el planteamiento de cuestiones sobre: la sociedad, la multiculturalidad y las problemáticas identitarias; la cultura, la identidad y la interculturalidad; y la interculturalidad educativa. Esta base sirve para tener una visión idílica de la educación y solucionar los problemas o conflictos. Hay que recalcar que el conflicto en sí es bueno, lo que no debemos hacer es taparlo, sino elaborar procesos de reflexión para abordar los temas que producen los enfrentamientos de una sociedad plural y los conflictos, problemas o debates que surgen, dando pie a la negociación y al pacto, solucionando nuestros desacuerdos de una manera más calmada.
Cada uno debemos elaborar nuestra propia identidad cultural, cómo la vivimos y cómo desarrollamos nuestras bases y nuestros temores. Tenemos que despertar la curiosidad y el encuentro con lo diferente, y no ver “lo otro” como algo peligroso o malo. Este es el problema que surge en un primer momento en la película: el miedo a lo desconocido. Y no sólo eso, sino que, esta vez, lo desconocido se adentra en el ámbito familiar.
Todos tenemos prejuicios, ideas preconcebidas sobre los demás a nivel mundial, que pueden crear exclusión. En cuanto a los colores de la piel, muchas personas se muestran distantes a la diferencia y relacionan a los que son más pálidos o más morenos con características personales que no tienen nada que ver con ellos (no todos los vascos son etarras, ni todos los negros corren mucho, ni a todos los marroquíes les gusta el couscous). Debemos reflexionar sobre nuestros prejuicios y dar la oportunidad al otro de expresarse a través del diálogo, para que se produzca una escucha y aprendamos a conocerlo y que él nos conozca a nosotros (aunque esto no requiere aceptar sus prácticas). Así, podremos llegar a un acuerdo mutuo y convivir en paz.
Es importante destacar el papel del sacerdote en la película, que podríamos decir que desempeña la principal función del educador: la mediación. Es quien dialoga con unos y con otros para escuchar sus opiniones y, mediante el sarcasmo y la broma, les encamina hacia la comprensión. Por una parte, Johanna protagoniza una primera juventud de exaltación y entusiasmo que no le hace reflexionar sobre las diferencias humanas, porque directamente no las ve; y por otra, Jhon representa esa segunda juventud adulta, llena de preocupaciones.
Excelente reseña. Felicitaciones.
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